Cuando pienso en DC comics me viene a la cabeza un paramo desolado en el que aquí y allá se pueden apreciar algunos restos de algo que fue muy grande. Y al igual que en las ruinas de cualquier gran imperio si uno escarba lo suficiente puede encontrar pequeños tesoros, y esta semana tras seguir escarbando he vuelto a encontrar algo. Este nuevo hallazgo no es lo que yo llamaría un tesoro, es mas como haber encontrado unas monedillas de cobre o algo así, pero algo es algo. Lo que nunca pensé es que podría acabar considerando casi como a un pequeño tesoro al comic que continúa la serie de tv de Smallville…
Si, DC nos tiene sometidos a una sequia en la que uno apenas encuentra algo bueno que llevarse a la boca. La serie de tv de Young Justice era uno de esos pequeños tesoros pero ya sabemos cómo termino todo. También tuvimos el Shade de James Robinson o el Joe Kubert Presents, pero han sido pequeñas gotitas en un gran desierto. Esta sequia es lo que explica cómo es que me ha dado por darle una oportunidad al comic de Smallville, algo que hace unos pocos años no hubiera hecho ni de coña.
¿Pero que tiene este comic? Pues por triste que suene, leyéndolo lo encuentro mas “autentico” que casi todo lo que está saliendo en el “New 52”. Si, continúa la historia de la serie de tv, no es fiel 100% a los comics “pre flashpoint” pero… es que es la DC de verdad… De entrada nos encontramos con que el traje que lleva Superman, pese a no ser el clásico es mucho mejor que el diseño mierda de Jim Lee. También tenemos un J’onn J’onzz que no es un tipo violento y solitario que se dedica a amenazar con lavarle el cerebro a todo el mundo. Es un tipo amigable que trabaja codo con codo con Superman, Batman y compañía, que está en la luna supervisando la construcción de una base para la JLA y que lo hace mientras se come unas galletas Oreo…
Y por si esto fuese poco, este J’onn J’onzz se ha encontrado recientemente con una marciana blanca huerfanita llamada M’gann M’orzz, personaje que resultara más que familiar a los aficionados a la tristemente desaparecida serie de Young Justice. Pero no acaba aquí la cosa, tenemos también un Green Arrow que si bien es verdad que no tiene demasiado que ver con el de Denny O’Neill o el de Mike Grell, tiene algún detalle entrañable que otro, como el que tras conocer a Batman este celoso y se dedique a copiarle sus gadgets hasta el punto de estar diseñando un Arrowjet ¿Tardaremos mucho en ver una Arrowcueva en esta serie?
Pero lo mejor que he encontrado en esta serie hasta ahora es la trama que está actualmente en curso protagonizada por Impulso. Bart Allen lleva meses viendo una misteriosa figura que le acosa cada vez que utiliza su supervelocidad, un ser extraño que le persigue y trata de consumirle… Black Flash. Vale, en la serie le llaman Black Racer, pero es el Black Flash. Superman trata de ayudarle con su problema y tratándose de problemas de velocistas nada mejor que consultar con algún experto… Así que Superman agarra a Impulso y se lo lleva a los cuarteles de la JSA, donde les recibe Ma Hunkel quien les ayuda a localizar a la única persona que puede que tenga algunas respuestas, Jay Garrick, el Flash original.
Una vez localizado se dirigen a su casa y nos encontramos con que este Jay es un señor mayor ya retirado y que cuando era superhéroe llevaba el casco alado como el de Hermes. Les habla de la Speed Force, del Black Racer y de cómo ha oído hablar de gente como Max Mercury, Barry Allen o incluso ¡WALLY WEST! Juntos trataran de encontrar una forma de evitar que esa misteriosa entidad mate a Bart mientras Superman trata de detener como puede unas misteriosas tormentas también relacionadas con la Speed Force. Hasta aquí es a donde ha llegado la historia hasta ahora, y pese a que el guion y el dibujo no son ninguna maravilla ya me ha enganchado.
Pero a mí me jode y mucho tener que leerme un comic como este para poder ver al verdadero Jay Garrick, uno que fue miembro de la JSA en el pasado y que habla de su amistad con Hawkman y el Dr. Midnite. Me jode que el J’onn J’onzz de esta serie sea más autentico que el tipo agresivo que sale mes a mes en la serie de la JLA. Y desde luego me jode mucho que incluso un comic como este tenga algunos diseños de personajes mejor que esos esperpentos que Jim Lee ha perpetrado con el diseñador de personajes del DC Universe Online. ¿Qué el estar disfrutando de esto no dice mucho a mi favor? ¿Qué debo estar muy desesperado para conformarme con tan poco? Pues seguramente sí, pero la culpa no es mía, la culpa es de DC que me hace pasar hambre. Que al final comics como este o los de Batman Beyond (esos también se merecerán un articulo un día de estos) me hacen disfrutar más que casi todo lo demás que están publicando.