Hoy me vais a permitir que me de el gustazo de cebarme con un cómic que se de sobra lo malo que es antes de empezar a leerlo. Sabemos que estos horrores del abismo que esta publicando DC desde que mató a todos sus personajes al final de Flashpoint (afrontadlo, Batman ESTA MUERTO, ni cambios en la continuidad ni ná) suelen ser nefastos, pero si hay una serie que sobrevive a pesar de ser una de las mayores acumulaciones de incompetencia viñetística jamás vistas, ésa es el Teen Titans de los homónimamente titánicos Scott Lobdell y Brett Booth.
El número pertenece al crossover «Death of the Family», ése que se han sacado de la manga a base de estirar de mala manera una historia del Batman de Snyder que no da para tanto y que esta resultando ser una patochada digna de un examen aparte; si la historia de los búhos nos daba esperanza de que Snyder tenía el potencial de darnos un buen Batman en medio de tanta porquería, el regreso del Joker lo que nos está demostrando es que Snyder no tiene ni la menor idea de quienes son realmente Bruce Wayne, su entorno y de que pasta estan hechos; para entendernos, ni el Joker es Jigsaw ni a Batman le pega el rol de una de las víctimas de la serie Saw. Holy guacamole, It’s the goddamn Batman!!!
Teen Titans 16 empieza con Tim Drake (que por lo visto en este universo paralelo se llama Red Robin y tiene las plumas de Halcón, de Halcón y Paloma) hablando de lo mucho que aprecia a un enajenado de la vida como es Jason Todd, alías Red Hood «me-follo-a-Starfire-hasta-que-Lobdell-lo-retconee». Los dos han sido capturados por el Joker, que se ha hecho un lifting tremendamente nefasto por cortesía de un Tony Daniel sin ideas y que fue despedido por DC poco después en uno de los pocos casos en los que la Didioffice toma una decisión correcta. Lifting que, por cierto, me recuerda lejanamente a Jigsaw. Pero vamos a dejarlo en que eso es cosa mía, que soy de ideas fijas (jojojo).
El caso es que en este entrañable universo alternativo que Jim Lee y familía nos quiere hacer tragar, resulta que Tim Drake adora a Jason Todd, y lo considera lo más parecido que tiene a un hermano. No hablamos de Dick Grayson no, hablamos de Todd, el tipo que fue asesinado por el Joker y volvió de la muerte por un puñetazo de Superboy Prime en la pared y… Joder, ya he vuelto a confundirme de universo. En este universo sólo es un macarra que sí, que se rumorea que se pasó por la piedra a Starfire. Lo importante es que Tim Drake habla de que si tiene que enfrentarse al Joker, no se le ocurre un compañero de batalla mejor que Jason Todd. No Batman, que es el que mejor sabe buscarle las cosquillas al Joker, aunque en este universo sea un merluzo que prefiere empezar a amputarse un brazo si Jigsawjoker se lo pide. Tampoco una bestia parda como Superman o su mejor amigo Superboy. Ni siquiera Dick Grayson, el que sí que era su hermano adoptivo; Tim Drake quiere a su lado a un ex-robin con brotes psicóticos cegado por la venganza. Recordemos, esto es otro universo, nuevas reglas, nuevas relaciones entre personajes y retconeos constantes de un mes a otro.
Llega el Joker. Saluda, se ríe, dice un montón de tonterías sádicas, se ríe de ellos y se queja de que sigan inconscientes. Se va. Han pasado 5 páginas sin que pase realmente nada; estamos ante un guión de Scott Lobdell y se nota. Los diálogos son de Fabian Nicieza, un veterano en hacer legibles chapuzas miserables que tiene en su haber labores mercenarias como hacer legibles los delirios juveniles de Rob Liefeld en su asesinato de Los Nuevos Mutantes y los primeros números de esa aberración impía llamada XForce. Pero me estoy saliendo del tema, la serie a la que estan vejando, violando y torturando se llama Teen Titans, y en la página 6 el Joker por fín despierta a sus prisioneros, revelándoles a sus maniatados padres al fondo de la habitación. Confirmado que es un guión de Lobdell, mientras cualquier otro guionista liquida esto en una página, el bueno de Scott usa la tercera parte del número.
Hora del primer «mientrastanto». Arsenal y WonderGirl hablan de que Batgirl tenía razón, que los Titanes no estaban capacitados para «esa ciudad» -supongo que se refiere a Gotham-, pero que aun así van a intentar curar la toxina del Joker porque ellos lo valen. Luego se habla de una subtrama en la que un tal Lance anda interesado en los Titantes y que una tal Solstice, miembro del grupo, esta preocupada por ello. El tal Lance por lo visto es un tío duro con muchos bolsillos que trabaja con Amanda Waller, pero es atacado por una tal Basilisco que proclama que su organización será la dueña de los Titanes. La tal Gray Lora (porque Basilisco es la organización para la que trabaja, no ella) no dura mucho, porque nuestro misterioso amigo la fríe de un ataque mental de esos de hemorragia nasal a lo Maxwell Lord. Sin embargo Lance no puede disfrutar mucho de su victoria, porque a su vez es derrotado por un misterioso atacante en la última viñeta. Y esto han sido dos páginas que te dejan más o menos igual, nos queda la tercera.
En la tercera página vamos a hacer llorar a Marv Wolfman y George Pérez presentando a la nueva cabezapollo, Raven. Brett Booth (o Jim Lee, que es el rediseñador mayor del reino) ha cogido a Trigon y lo ha convertido en una versión con demasiados ojos de Illidan Stormrage (con orejas de elfo y tatuajes demoniacos incluidos) y, no contento con eso, ha creado uno de los peores diseños que jamás haya tenido la mala fortuna de ver; la Raven de New52. La criatura que vemos en la imagen es digna de los peores diseños de Liefeld, la destilación más lamentable de lo peor de la era más negra de Image, un cruce entre su Halcón y Paloma y Witchblade con plumas de pollo, un horror sin nombre, un rostro digno de las pesadillas de HP Lovecraft y Guillermo del Toro… Y para rematar la jugada, una nota de Eddie Berganza (Arya, ¡ponlo también en tu lista!) nos avisa de que todo esto ya se vió venir en el número uno de Phantom Stranger, esa cosa que Dan Didio decía que era un cómic en la que sólo salían niños jugando al futbol.
Y por fín volvemos a Tim Drake y Jason Todd en su Saw particular: El Joker les obliga a pegarse entre ellos, matará al padre del que pierda la pelea. Tim se niega en redondo en un principio, pero Jason Todd, todo carisma y buen hacer, le encañona con su pistola a Tim al más puro estilo gangsta y empieza la bronca. Durante las siguientes cinco páginas veremos como los dos se pegan sin mucho sentido, hasta que Robin (perdón, Red Robin) se da cuenta de que lo mejor sería atacar al Joker en su percera de cristal. Lo hace, con lo que Jason Todd aprovecha la oportunidad para vaciarle un cargador de su pistola y dejar al Joker tieso. Por supuesto, el Joker que había en la pecera y que tanto se reía de ellos debía de ser un SDV de SHIELD confundido de universo (¿se molestan en explicar de dónde ha sacado el Joker esa tecnología? ¡Naaaah!) y al morir empieza a sacar gas somnífero que los deja noqueados. El número acaba con una vuelta a la situación del principio de la historia, con los dos capturados con el Joker. Y fín.
¿Se puede hacer un número más insulso e intrascendente que este, en el que no pase absolutamente nada? Enumeremos los hallazgos del número: El Joker tiene duplicados suyos que expulsan gas al morir, Raven y Trigon tienen un diseño horrible, una organización rara ha capturado a un tal Lance y Tim Drake ha descubierto que Jason Todd es más idiota de lo que pensaba. Un argumento de Lobdell en toda regla, con unos diálogos insulsos e intrascendentes de Niecieza que se ha limitado a hacer lo suficiente para pagar su cheque, al más puro estilo mercenario. Y alguno se preguntará, ¿de qué ha servido este post, si ya sabíamos de entrada que el cómic debía de ser una mierda? Pues no se vosotros, pero a mí me desahoga esto cosa mala, me limpia el Karma que ni con las lejías del siglo XXXI…
Y había puristas que se quejaban de estos pobres…