Habíamos dejado el repaso de esta saga en la que supuestamente se basará la película de la Liga de la Justicia en que la cosa estaba muy mala para Tierra 2; Darkseid acaba de resucitar y está a punto de cargarse el mundo de la JSA para poder colocar Apokolips en su lugar.
El último número de nuestra historia, el 185, comienza con Metrón recapitulando la historia hasta ahora y lamentándose de no poder hacer nada, porque su interferencia podría tener consecuencias catastróficas. Sí, algo parecido al Vigilante de Marvel pero con mejores excusas para no mover el culo jamás.
Eh… Sí, esa viñeta que véis arriba es cierta; Superman esta liderando una guerrilla de niños soldado. Me da igual que los niños se pusieran pesados y Superman se negara (que no lo hizo), lo peor de ese concepto es que Conway no solo lo introduzca en la historia, si no que lo remarca «children guerrilla». Tócate los pies. En fín, quiero pensar que hoy en día, hasta en la inmensa perversidad del new52 de didio/lee/johns, todo el mundo está mucho más concienciado y esto no llegará a aparecer en un cómic y menos en una película; el Superman que yo conozco antes se cortaría las venas que dejar que unos niños fueran a la guerra. Pero Wonder Woman… A estas alturas podemos decir que ya es otra historia.
Pues Darkseid ya se lo ha montado de maravilla, su plan va sobre ruedas y sus amigos de la Sociedad de la Injusticia han metido en un bloque de hielo a Firestorm, Power Girl y a Orion, su hijo «díscolo». Esto último a Darkseid no acaba de hacerle gracia (después de todo, es su hijo) y manda a prisión a Icicle, Shade y Fiddler. Cuando uno de los guardias le pregunta al señor de Apokolips si debe liberar a su hijo, Darkseid le responde que no sea absurdo, que lo que le cabrea es que unos papanatas como la Sociedad de la Injusticia hayan vencido a un hijo suyo, no que Orion haya sido derrotado. Que semejante basura no puede ser considerado hijo suyo, y que se pudra.
Superman, Wonder Woman y Barda siguen con su cruzada infantil, y cuando una niña intenta rematar a una de las guardias de Granny Goodness, Superman se lo impide diciendo que «no se puede combatir el odio con más odio». ¡Y tampoco se puede combatir una guerra con niños, desgraciado! ¿Para qué los armas con espadas y cuchillos entonces? ¿Para cortar jamones? El caso es que liberan a los niños, y Granny Goodness escapa por unos túneles secretos en los que se encuentra a una Big Barda con ganas de venganza…
Mientras tanto, Batman, Huntress y Miracle han hecho sus deberes y han liberado a Orion y compañía. Firestorm sigue siendo un dolor de muelas, Power Girl ahora se dedica a pincharlo y Batman y Mr Miracle liberan a la Sociedad de la Injusticia para que Fiddler despierte del trance a toda la población de Nuevo Génesis y así poder enfrentarse a Darkseid con una mínima posibilidad. Es entonces cuando a Metron le da por hacer algo, pero eso no lo sabremos hasta más tarde…
Orion, Firestorm y Power Girl, los que habían sido derrotados por Fidder, ahora intentan acabar con Darkseid ellos solos. La cosa acaba pasando de lo penoso a lo ridículo cuando Firestorm deflecta con sus poderes los rayos omega de Darkseid y se los echa en los morros, dejando al villano más importante de DC en un ridículo lamentable. Así, la única forma que tiene el pobre de salvar su honra es pulsar el botón rojo y mandar Tierra 2 a hacer puñetas, pero resulta que Metron había reprogramado la máquina en cuestión para que en vez de destruir y teleportar nada, se limitara a reventar a Darkseid y mandarlo al cuerno. El señor de Apokolips muere desintegrado de forma horrible, y la historia se acaba tan rapidamente como empezó. Y en esto van a basar la película de la Liga de la Justicia.
¿Podemos decir que esta es una buena historia? No, en absoluto. Aunque están a años luz del «enfoque más infantil» que tenía la JLA durante los 60 y 70, son tres números en los que apenas pasa nada (es el típico caso de sacar los juguetes y dejarlos donde estaban) y el 184 apenas cuenta nada nuevo. La trama se divide en cuatro grupos de personajes (el de Superman, el de Batman, el de Green Lantern y el de Orion) de los cuales sólo dos hacen algo digno de mención; Batman libera a Orion y pone los medios para liberar a los Nuevos Dioses, y el grupo de Orion fracasa en evitar la resurrección de Darkseid y lo debilita para que lo remate Metron. Mientras tanto, Superman se pega con Granny Goodness no se sabe para qué y Green Lantern libera a Izaya para que… Yo que sé, porque una vez liberado lo único que hace es quejarse de que está muy debil. Con lo que tenemos una historia que es más simple que el asa de un cubo, no dándonos mucho material para crear una película interesante. Si a eso le sumamos que habría que quitarle el elemento JSA, la película queda bastante extraña, con lo cual tendremos un guión que más que basarse, tendrá una ligera «inspiración». De todas formas, si el estandar de calidad que desea Warner es el de Green Lantern, pueden adaptar esta historia tal cual que no van a tener ningún problema…