Cuenta Carlos Giménez que lo que le motivo a realizar este comic fue el comprobar cómo tras el fallecimiento de José “Pepe” González los medios de comunicación españoles apenas lo reseñaban, por lo que se decidió a crear esta obra para reivindicar su figura. Así que es lo que nos encontramos en esta nueva serie, el homenaje a un grande del cómic español a cargo de otro grande del medio.
No es la primera vez que Carlos Giménez nos muestra a través de su trabajo, como era la época en la que este se inicio profesionalmente en el mundo del cómic ya lo hizo en su día con Los Profesionales, pero aunque el primer álbum de esta serie tiene algunos puntos en común con aquella obra (no en vano Pepe González compartió trabajo con Giménez en la época que se retrata en aquella obra) este cómic es la historia de Pepe González, y su paso por “Selecciones Ilustradas” fue solo una etapa de su vida. Pero se da el curioso caso de que pese a que Giménez ha mantenido el estilo de dibujo y el diseño de los personajes utilizado en Los Profesionales, ha cambiado los nombres falsos que utilizaba con los personajes, así que ahora Toutain es Truffaut y no Filstrup y Jordi se llama finalmente Pepe, lo que al principio despista un poco, ya que parece querer separarse de aquella obra pero no lo hace del todo.
En este primer álbum el tono es similar al que tenia la serie de Los Profesionales, obra con la que parecen inevitables las comparaciones, encontramos el costumbrismo y el humor, en ocasiones negro, que tan bien se le dan a Giménez. También nos reencontramos con aquella época que tanto pareció marcar a su autor y volvemos a ver los entresijos editoriales de la época, con autores con pocos derechos o ninguno y que trabajaban como en una cadena de montaje copiando a los autores de moda para malvender su trabajo al mercado extranjero. Trabajo en el que destacaba Pepe González por su talento natural para el dibujo, del que siempre se ha dicho que era el mejor dibujando mujeres, algo que nadie que haya visto su trabajo podría discutir. Pero esto es solo una parte de la historia. También descubrir al pequeño Pepe al que le gustaba disfrazarse de flamenca y cantar, pasión que redescubriría años más tarde cuando se convirtió en el cantante de los Dálmatas, cantando en ingles sin saber una palabra del idioma e inventándoselo sobre la marcha y aun así triunfando allá donde actuaban.
En definitiva Carlos Giménez con esta obra lo que ha tratado es de contar toda la vida de Pepe González, desde su nacimiento hasta su muerte con sus luces y sus sombras. Todo a través de los ojos de quienes mejor le conocieron. Este primer álbum nos lleva desde la infancia de Pepe González en la Barcelona de finales de los años cuarenta hasta sus inicios como dibujantes de comics y sus escarceos con la música. Porque Pepe González era un hombre que parecía tener un talento natural para hacer lo que quisiera. Era un dibujante impresionante sin haber tenido jamás una educación formal para ello, también cantaba, bailaba, hacia imitaciones… Es imposible leer este cómic y no sentir la admiración de Carlos Giménez hacia él.
Pero si muchos eran los talentos de este hombre igual de grande era el desinterés que encontraba en todo pasaba un tiempo, casi como si al resultarle tan fácil hacer cualquier cosa no lo valorase lo suficiente y se aburriese pasando a otra cosa. De él dice Giménez en el epilogo de este primer tomo, que de haber querido podría haber sido uno de los artistas del comic más importantes, y no hay más que contemplar su trabajo para darse cuenta de que era un dibujante como la copa de un pino, pero que su falta de interés en ser famoso, sumado al desinterés que le entraba por todo y su pereza le hicieron ir saltando de trabajo en trabajo sin llegar a conseguir nunca el reconocimiento que hubiese merecido, dedicándose en el último tramo de su carrera a la ilustración de portadas y publicidad.
Cinco serán los álbumes que compondrán esta nueva serie de los cuales saldrá el segundo el mes que viene y en cuya tercera entrega se encuentra ya trabajando Carlos Giménez, así que nos espera un buen año en cuanto a cómic nacional se refiere. Que da gusto encontrarse en las librerías con nuevos trabajos suyos y más si como en este caso me ha sucedido a mí, sirve para descubrir a un artista del que tengo que admitir con algo de vergüenza, que no conocía.