Seguimos repasando la trayectoria de Carol Danvers, alias Ms Marvel y algunas cosas más. Nos habíamos quedado en que, tras varios años de pasar a segundo plano, Carol era recuperada por Kurt Busiek en su etapa junto a George Pérez en los Vengadores, en los tiempos de la contrarreforma a Heroes Reborn que supuso Heroes Return.
Ms Marvel vuelve al primer plano editorial con sus mejores galas, el traje que le diseñó Dave Cokrum en los últimos números de su serie. Carol se mostrará un pelín turbia en esta etapa, y lejos de recuperar su carrera como periodista, se volcará en imitar a Tony Stark y darle a la botella. Supuestamente por una cuestión de ya no poder ser Binaria por perder esos poderes y porque Ms Marvel ya no le parecía un nombre adecuado, Carol decidió empezar a llamarse Warbird. Poco le duraría la tontería, pero por el camino Busiek «aprovecharía» para recuperar el asunto de Marcus Inmortus, «los pequeños empujoncitos mentales» y demás aberraciones, tratando de darle una cierta profundidad a Carol que sólo nos dejó un regusto amargo y más ganas todavía de que el personaje pasara página. Afortunadamente, la oportunidad de hacerlo llegó muy pronto.
Porque poco después de la etapa Busiek, el siguiente en recuperar a Carol en la primera línea fue Bendis. Primero en Alias, donde Carol volvió a figurar como secundaria y amiga de la protagonista, Jessica Jones. Era una forma de que el personaje siguiera estando «por ahi», que fuera recordado por el lector y finalmente fuera recuperado para los Vengadores en New Avengers. Esto le daría el suficiente impulso como para obtener su segunda cabecera propia, ya recuperando el nombre de Ms Marvel y con Brian Reed en los guiones (un tipo que venía de escribir videojuegos y hoy día es el guionista de Halo 4, cosas que tiene la vida). De repente, Carol ya no era una chica que se había hecho militar sólo para poder pagarse una carrera (como lo era en los tiempos de Claremont) si no que era una piloto militar por vocación y lo que siempre le había gustado más era la velocidad. Esto, que viene más de Busiek que del propio Reed o Bendis, es uno de esos retconeos que tanto dan por culo cuando sigues de cerca la trayectoria de un personaje, pero a estas alturas ya estábamos curados de espanto.
La serie de Reed, sin ser ninguna maravilla, establece una Carol Danvers que vuelve a tener ciertas dudas sobre que quiere hacer con su vida. Vuelve a enfrentarse a los eslizoydes del Nido (ellos fueron los que experimentaron con ella y la transformaron en Binaria, perdonad que no lo contara antes pero es demasiado largo como para contarlo aquí), se reencuentra con Pícara y zanja cuentas pendientes… La serie, que dura bastante más que la original, se ve constantemente «apoyada» por eventos como Civil War, Secret Invasion y demás, con lo que uno no sabe si Reed no sabía exactamente que hacer con el personaje y se aprovechó de los eventos, o si el pobre hombre se apoyó en ellos para construir su serie y obligar a Carol a tomar unas cuantas decisiones dificiles que resalten su caracter. Lo que esta claro es que sí, se repiten los problemas de identidad de Carol, tal vez demasiado, y también se reduce a Carol a una exmilitar que necesita demostrarle al mundo lo mucho que vale, pero ni mucho menos estamos ante malas historias por mucho que sea un paso atrás para el personaje. Lo que escribe Reed se deja leer, tiene lógica consigo mismo, pero lamentablemente no acabamos de ver que sepa cogerle el punto al personaje. No llega a caer en los espantos en los que caen regularmente los guionistas de Wonder Woman, pero ya me entendéis…
El volumen 2 de Ms Marvel fue cancelado hará un par de años, y cuando ya pensábamos tener que esperar otras tres décadas para recuperar una cabecera para el personaje, este mismo año nos encontramos con Captain Marvel #1, escrita por Kelly Sue DeConnick. La serie viene a empezar con que Carol Danvers, a raíz de unos vaciles machistas del Hombre Absorbente y que a Spiderman no le guste el nombre de Ms Marvel, decide que ya es hora de asumir el legado de Mar-Vell y robarle el nombre. Que ella se lo merece más que Monica Rambeau o Genis (aunque este último sea su hijo y también llegara a ser junto a Rick Jones el protector del universo, toma ya), asi que Carol se corta su maravillosa melena rubia (aunque reaparece magicamente cada vez que se cambia a su identidad civil, yo no acabo de entender esto), mete en el armario un diseño de Dave Cockrum (¡se llega a insinuar que lo ha subastado!) y se pone la peor versión del traje del Capitán Marvel que yo haya visto a este lado de… De… De aquella cosa verde y blanca que llevaba Mar-vell en sus primeros números.
El problema del volumen tres de Ms Marvel (me niego a llamarla Capitán/a Marvel), o por lo menos de los seis números que han salido hasta ahora de la serie, es que DeConnick no ha sabido conectar con el personaje. Es cierto que ha sabido ver que «los problemas de identidad» de Carol ya no debían de ser el centro de la trama, pero es que tampoco es que los haya sustituido con otra cosa mejor; la serie es una «celebración de los logros de la mujer», con grupos de mujeres luchadoras de la segunda guerra mundial, veteranas aviadoras de los sesenta (cuando, sin desmerecer el merito de estas, las verdaderas veteranas son las de los años 20) y demás material que huele un poco a lo mismo a desvarios autodestructivos como aquellos por los que pasa la serie del Capitán América cuando se transforma en un panfleto político y no en un cómic de superhéroes (a la etapa del Capi VS Bin Laden me remito). Carol Danvers no busca ser la mejor superheroina del mundo ni recoger el legado de nadie, ella sólo busca vivir su propia vida. No es Wonder Woman, es Carol Danvers. Si no le gusta a la señora DeConnick ninguno de los nombres que ha tenido hasta ahora, que llame a la serie «Carol Danvers, The Non Mutant Superhero» y que Marvel haga el favor de devolverle su traje, que un diseño de Cockrum debería ser sagrado. Y al que dude esta última afirmación, que le pregunte a Rondador Nocturno la próxima vez que resucite…