Treinta años el año que viene y a nadie que le importe: El E.T.E. y el OTO

El año que viene ni se conmemora ni se recuerda el trigésimo aniversario de la que es sin dudarlo una de las películas favoritas de todos los tiempos de alguien que esta muy mal de la cabeza, El E.T.E. y el Oto. Y desde aquí me gustaría rendirle un pequeño homenaje a esta cinta que ni siquiera llegó a salir en DVD, porque probablemente al personal le importa mucho menos que los comics en los que los autores se cachondean de nosotros, de series de tv que uno no entiende como han conseguido salir al aire y, en general, de decisiones editoriales que parecen haber sido tomadas por el mayor incompetente del reino.

¡Una de las peores películas de todos los tiempos!

Decir que no soy objetivo con esta película es quedarse muy, muy corto. El E.T.E. y el Oto fue una película que recuerdo haber visto referenciada multitud de veces como la cosa más casposa y lamentable que se pueda echar uno a la cara, una especie de santo grial de la caspa española. Está protagonizada por el dúo cómico «Los Hermanos Calatrava», una pareja de humoristas que se caracterizaba por estar compuesta por un tipo muy feo y un tipo muy… Bueno, un señor «no tan feo». No eran especialmente graciosos, hacían carantoñas y tal, con lo que tenemos que de entrada es una película que ni nos va ni nos viene, igualico que la original que parodia y que el tiempo va borrando del recuerdo como el producto de marketing que es, ET el extraterrestre (jódete M’Rabo). Y que conste que El E.T.E. y el Oto, como la de espilber, sí que te puede hacer llorar, pero llorarás sangre.

Los Calatrava en estado de (des)gracia.

A estas alturas imagino que nadie sabrá de que puñetas va esta cosa. El pequeño Curro se encuentra con un extraterrestre (que en realidad es el más feo de los Calatrava disfrazado de condón) que ha “naufragado” en la tierra después de que lo echaran a patadas (literalmente) de su nave espacial -si es que se le puede llamar nave espacial a un emparrillado de luces de colores enfocados con un objetivo al que le han echado toda la frente de la grasa de un calvo que no se ducha desde que hizo la primera comunión-. Curro, que es un niño muy hijo de puta, se lía a hostias con el pobre extraterrestre (que al pobre no es que le falte un agua, si no un pantano entero) y le esconderá en su casa, pero finalmente tanto su familia como la Z.I.A. averiguarán su paradero y tendrán que huir para tratar de poner a salvo al deforme extraterrestre.

Esto es una amistad de verdad y lo demás son tonterías.

Esta película es la historia de amistad más perturbada que jamás he visto. La relación entre Curro y el E.T.E., ver como el primero putea al gilipollas del otro sin dudarlo un instante y de las formas más crueles, es capaz de aterrorizar al más pintado. Da igual que sea el ETE o su propio padre, Curro es un hijo de puta que es capaz de sabotearte los frenos del coche, electrocutarte o lo que haga falta con tal de echarse unas «inocentes» risas, sus bromas no son chanzas inocentes, son crimenes por los que debería recuperarse la pena capital infantil y una razón de peso para quemar la declaración de los derechos del niño. Y toda esa bajeza moral llega a pesar tanto en la película que consigue prodigiosamente que nos olvidemos de que el chaval protagonista es uno de los peores actores infantiles jamás vistos que se pasa toda la cinta compartiendo plano con un señor de edad avanzada vestido con un mono blanco que es un contorsionista facial prodigioso pero que solo usa su habilidad para deformar su cara con las expresiones más estúpidas posibles, sin esforzarse en aumentar su rango actoral de una forma más provechosa. Y así es como acabamos, fijándonos más en lo absurdamente miserable que es el puto crío, lo cual hay que reconocer que tiene su mérito.

Si es que es imposible no tenerle cariño…

La banda sonora, como no, no tengo ni la menor idea de por quién esta compuesta, pero espero que sea la peor de sus obras y a larga distancia del resto, porque el tema principal es una mezcla de coros femeninos con guitarra española que no pega ni con el celebérrimo superglue de los 80, aquel que era más moco que pegamento. Pero tampoco nos vamos a engañar, la música en realidad tampoco importa tanto, porque aparece en cuatro momentos concretos y poco más, el resto de la cinta la pasaremos en un incomodo silencio…

Una de las peores y menos emocionantes persecuciones de la historia del cine.

Así que si aún queda por ahí alguien con sangre en las venas que no haya visto esta película ya está tardando en no hacerlo, no se arrepentirá, que yo voy a ver si hay suerte y ya han quemado todas las copias que quedaban, que esta película lo merece. E imagino que después de esto aparecerá M’Rabo protestando y refunfuñando. Pero claro, el, como persona amargada que está muerta por dentro, es incapaz de aguantar una broma.

Un festival del humor irrepetible.

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AnonimusUser
AnonimusUser
11 años han pasado desde que se escribió esto
AnonimusUser
AnonimusUser
11 años han pasado desde que se escribió esto

Otro alienigena peninsular de ilustres registro…

AnonimusUser
AnonimusUser
11 años han pasado desde que se escribió esto

Bah, es la misma noñes, solo que con presupuestos diferentes.