Empezamos hoy una pequeña serie de artículos repasando un poco por encima la vida y obra de Wally West como Flash, uno de tantos personajes desaparecidos durante New52. Sin embargo, no escribo estas líneas con la intención de cargar contra la corte de Dan Didio, si no para reivindicar la figura de Wally West en sus primeros tiempos como Flash, un personaje que vio sus mejores tiempos en una serie que en su mayor parte esta inédita fuera de EEUU. Pero empecemos por el principio…
Hace cosa de 25 años, Barry Allen hizo lo que según Mark Waid fue lo mejor que podía hacer: morirse. Casi todo el mundo sabe de Barry lo mínimo; que fue Flash desde los años 60 hasta Crisis, que se sacrificó para salvar el universo y que su sobrino político Wally heredó el título de Flash. Lo que no suelen saber es que Barry había cometido un asesinato poco antes, que había sido juzgado y se había exiliado en el futuro con Iris West, la tía de Wally. Pero mejor no hablar de eso, que los guiones de Cary Bates siempre han sido muy suyos…
Nuestra historia empieza más o menos en 1987. Han pasado un par de años de la muerte oficial de Barry Allen y, aunque suene sorprendente para los lectores de cómics de hoy en día, por aquel entonces la muerte y resurrección de personajes no estaba a la orden del día. DC había respetado escrupulosamente el sacrificio de Barry y, aunque desde Marvel se oían rumores de la resurrección de Jean Grey, la vuelta del Flash de la Edad de Plata no parecía estar en el horizonte de la editorial. Es entonces cuando el editor Mike Gold se encarga de crear una nueva cabecera para Flash en la que el protagonista será Wally West, el heredero de Barry. Para ello, reune a un par de antiguos colaboradores suyos de la editorial First Comics como el guionista Mike Baron (conocido principalmente por Badger y Nexus, aunque también había tenido alguna colaboración en Marvel y hasta en la propia DC, en menor medida) y el dibujante Jackson Guice, uno de sus complices habituales. El objetivo principal es claro; Wally debe de perder el «Kid» de Kid Flash y ganarse a los lectores con una serie que llegue a ser más popular que la original, que ya en su última época había llegado a arrastrarse con más pena que gloria.
Para llegar a ese objetivo, Baron trata de separar a Wally de los Titanes (apenas aparecen en la serie) y de darle un carácter propio al personaje, distanciándolo del Barry Allen de la pajarita. Así, los problemas de Wally principalmente vendrán por parte de su insoportable madre, el golfo con pintas de su padre y algún que otro follón con su pareja. Para redondear la situación, a Wally le tocará la lotería al final del primer número, y todo ese montón de dinero que parecía una bendición del cielo termina por ser uno de sus mayores dolores de cabeza.
Ya desde un principio Wally pone sus miras altas: en el número 1 Vandal Savage se le echa encima, tiene un pequeño enfrentamiento contra una suerte de virus informático desmadrado llamado Kilg%re, y se topa con dos villanos nuevos de los que se encargará como sólo Wally sabe hacerlo: hablando. Porque esa es una de las grandes características de Wally, es capaz de hablar con sus enemigos y buscar soluciones a los problemas, siendo capaz de razonar con ellos en situaciones en las que Barry se habría limitado a molerlos a palos y mandarselos con un lacito a la policía. Cuando se encuentra con unos velocistas soviéticos, acaban por cambiarse de bando. Cuando el exmarido de su novia (Tina McGee, diez años mayor que Wally) se convierte en una monstruosidad genética que la maltrata y se lía a palos con todo lo que pilla, Wally hace todo lo posible por detenerlo y ayudar a curarlo, y con el tiempo hasta acabaría siendo abandonado por Tina porque ella quería retomar su matrimonio una vez el tío ya esta curado… ¡Wally de puro bueno es que es tonto! Tampoco podemos olvidar el caso de Chunk, un villano que aparece en la etapa de Baron y al que Wally llega a invitar a su casa y buscarle un trabajo.
Tras poco más de un año en la serie el editor Mike Gold la abandona, con lo que en DC empieza a haber movimiento de sillas y al poco tiempo Baron y Guice la abandonan. Y así es como William Messner-Loebs llegó a la serie…