Hace ya unas semanas que empezaron a salir las miniseries de Before Watchmen, y la semana pasada se anuncio que DC publicaría algo que podríamos titular “Before Sandman”. Se ve que en la editorial que vio nacer a Superman y compañía están tratando de vivir del pasado ahora que su lamentable intento de ir hacia el futuro se está desinflando. Y como hoy es viernes, hace calor y no se me ocurre nada más de lo que hablar, voy a desahogarme soltando lo que pienso de todo esto, aunque acabe repitiéndome un poco.
Aunque no hemos tocado el tema en profundidad por no darle demasiada publicidad al asunto, lo que supongo que ha quedado claro es que a Diógenes no le ha hecho mucha gracia el asunto y en este caso compartimos opinión. Pero, al menos en mi caso, lo que me ha hecho no hablar del tema es que no me he leído un solo número de estas miniseries. Pero no solo porque me parezca una falta de respeto a Alan Moore o que piense que DC le apuñalo por la espalda con el trato que le ofrecieron por los derechos de Watchmen. Es sencillamente que la publicación de estas series me ha provocado la indiferencia más absoluta.
Y es que convertir cada anécdota o comentario que Moore y Gibbons mencionaban en una sola viñeta de Watchmen y convertirlo en una miniserie de cuatro números no me interesa una mierda. Es como si mañana sacasen unas novelas contándonos las aventuras del Doctor Watson en Afganistán o de Frodo y Sam en la comarca viendo pasar el tiempo y saliendo de fiesta con los demás Hobbits, carece totalmente de interés. Pero claro, si no cuentas con el autor original ya corres el riesgo de cabrear a los lectores, así que para cubrirse las espaldas, y por lo que me han contado, estas series se limitan a estirar hasta la nausea los pequeños detalles que salpicaban Watchmen aquí y allá.
Pero lo que peor me ha sentado de esto ha sido descubrir que el motivo por el que en el relanzamiento de DC con su New 52 faltaban tantos pesos pesados de la editorial, ha sido porque estaban ocupados con esta mamarrachada. Darwin Cooke, Jae Lee, Andy Kubert, el mismísimo Joe Kubert, incluso han conseguido que Adam Hughes haga algo más que dibujar impresionantes portadas. Todos esos y algunos más que podrían haber estado ocupándose de relanzar las series de DC en lugar de tener que soportar a Lobdell ocupándose de cuatro series y a Liefeld de otras tres, estaban demasiado ocupados con la cosa esta.
Y no debo ser el único al que no le ha entusiasmado la idea, porque pese a que no han tenido un mal comienzo, situándose todas las series dentro del Top10 de ventas, lo han hecho por debajo del numero del mes de Batman y Justice League y por debajo también del Avengers vs X-Men. Cuando incluso el crossover veraniego de Marvel vende más que tu, yo me preocuparía. Y el resto del top más o menos lo de siempre, en los primeros puestos las series de Batman, la de Green Lantern y las que escribe Grant Morrison, el resto siguen hundiéndose lentamente, llegando al extremo de que las tres escritas por Rob Liefeld ni siquiera aparecen entre los CIEN primeros puestos del Top.
Y ahora, como decía más arriba, se han sacado de la manga este “Before Sandman”, que este al menos, y a diferencia de lo sucedido con Watchmen, cuenta con el propio Neil Gaiman a los guiones, por lo que pese a que esto no deje de ser otro intento de sacarnos los cuartos, al menos nos garantiza un mínimo de calidad y respeto a la obra original. Aunque por lo que se ha sabido estos días, no es la primera vez que DC le ofrecía a Gaiman algo así, solo que la última vez le ofrecieron el mismo contrato de mierda que cuando empezó y nadie sabía quién era ese británico desgreñado. Y claro, Gaiman y Sandman ahora son conocidísimos en el mundo del comic y no puedes pretender tratarle de nuevo como a un novato. Pero al final han debido ofrecerle un trato mejor y esta vez sí que ha aceptado. Otra prueba más de que en DC ahora solo tratan de vivir de las rentas del pasado.
Por eso es por lo que yo lo que quiero ver ya es un “After Didio” (entendiendo por eso no darle la patada solo a Didio, sino a toda su camarilla) Una limpieza total de la editorial y que se dejen de tratar de reavivar las cenizas de éxitos del pasado y creen nuevos clásicos. Que estoy cansado de leer Animal Man y ver un refrito de la etapa de Jamie Delano, De que Snyder en Swamp Thing de vueltas (el también) sobre las ideas de Alan Moore sin crear nada realmente nuevo, o de ver a un quemadísimo Geoff Johnns tratando de hacer su propio Batman: Año 1 y fracasando miserablemente por el camino (Y que desaprovechado ha estado ahí Gary Frank)
Yo lo que quiero es que en las series importantes se ponga a los autores potentes y no al primer idiota al que has sacado del paro y que escribe los guiones como el que defeca tras una comilona. Que DC vuelva a ser aquella editorial que fue a finales de los años ochenta en la que se arriesgaban a sacar cosas diferentes, volver a los tiempos en los que Alan Moore salvo a la editorial, pero sin reciclar sus ideas, sino con ideas nuevas. La misma clase de ideas que permitieron a George Pérez convertir a Wonder Woman en un personaje decente, a Byrne renovar a Superman haciéndole más humano y cercano que nunca, a Miller redefinir a Batman y a Gafen y DeMatteis crear la mejor etapa de la Liga de la Justicia que jamás he leído. Esa es la DC que quiero ver, la DC: After Didio.