El otro día nos hablaba el compañero MRabo de lo mucho que había cambiado Image, de como han pasado de ser una compañía de violencia descerebrada y bikinis a llegar a tener guiones y todo eso. Yo no voy a hablar de eso, yo voy a hablar de tetas y violencia. De tetas y bombas, para ser exactos. Os voy a hablar de Bomb Queen.
Tengo que decirlo, en un principio nunca habría mirado esta serie. Más de uno ve estas portadas y cae en el error de pensarse que es un Grimm Fairy Tales, con tetas en la portada y ningún pezón en el interior. Bomb Queen si los tiene, pero la gracia de todo esto no esta ahí, está en que tiene una historia totalmente desquiciada y con unos personajes que muchas veces son tan poco creíbles que acaban siendo divertidos.
El argumento es más o menos simple y cuenta como una supervillana llamada Bomb Queen domina por completo una ciudad llamada New Port City. Controla a la policía, ningunea al alcalde, tiene un programa de televisión que bate records de audiencia y todas las niñas quieren ser como ella. Durante la primera miniserie (que fue publicada en 2006) nos introducen un poco al personaje y el mundo en el que vive, siendo el antagonista de la historia un nuevo candidato a la alcaldía que planea echar de la ciudad a nuestra protagonista. Ella no se cortará un pelo en matar, destrozar y reventar todo lo que se le pase por delante, y es que si algo es un tema recurrente en la serie es la reafirmación de Bomb Queen en que ella es la villana de la historia, y que ni de coña va a hacer el héroe o dejar que haya alguien más perverso que ella.
Los siete volumenes publicados hasta ahora han sido realizados por Jim Robinson y aunque los derechos de la serie sean propiedad suya, el personaje se mueve dentro de la linea Shadowline y recibe unos cuantas visitas de Shadowhawk, Invencible y hasta de algo parecido a Spawn. Y es que Shadowline es el estudio de Jim Valentino, y sus cómics siempre han sido un poco la serie b de Image. Hay que tener en cuenta que Valentino, pese a ser uno de los fundadores de la editorial, nunca fue un peso pesado y eso se nota en los coloristas que pone el estudio a disposición de este Bomb Queen; en la primera miniserie llega a dar la impresión de que estan coloreados en 1993, cuando el color informático era una novedad y nadie sabía muy bien como funcionaba eso.
New Port City es algo más sórdida de lo que ya ves…
En fín, que si quieres un poco de humor descerebrado en estos tiempos de calor en los que tenemos el seso recalentado, prueba con este Bomb Queen.