Ultimamente DC ha estado abusando del legado de Alan Moore de mala manera, y eso ha levantado ríos de tinta o lo que se levanta hoy en día, sapos y culebras en esto de internet. Se ha hablado sin saber, se ha hablado de que el trabajo de Moore para la compañía era totalmente «for hire», esto es, que todo lo que producía era para la editorial, y el personal anda un poco mareado. Vamos a tratar de explicarlo un poco.
Empecemos por el principio; Alan Moore es un escritor británico que suele decir que DC Comics sigue viviendo de su trabajo, y una vez lo oyes, casi te parece una exageración; hay que tener en cuenta que este hombre trabajó para la empresa sólo unos cinco años, y de aquello hace ya la friolera de otros 25. Pues no, es verdad, y voy a tratar de explicarlo: Cuando Alan Moore llegó a DC Comics, allá por 1983, empieza a trabajar en la serie de La Cosa del Pantano, y todos sabemos lo que pasó; aquel rollo chungo que se traía la serie gustó tanto que acabó provocando que DC se liara a buscar más guionistas británicos locos, con el único objetivo de conseguir más historias como las de Moore en lo que acabó convirtiéndose en la linea Vertigo.
Sin embargo, Moore llega a DC tras trabajar para 2000AD y Warrior, revistas inglesas en las que escribe algunas series cuya propiedad queda para la editorial y otras como V de Vendetta cuya propiedad mantienen sus creadores, David Lloyd y el propio Moore. Con esto quiero decir que cuando Len Wein recluta a Moore para DC, él ya es un escritor con bastante rodaje y no era precisamente un don nadie; Wein sabía que ése escritor era probablemente mejor que todo lo que tenían en plantilla.
Pero no será su trabajo en Swamp Thing por sí mismo lo que hace tan importante a Moore para DC; aun siendo una serie excelente que introduce personajes tan importantes como John Constantine y revitaliza totalmente la rama mística del universo DC (que en aquel momento ya solo contaba con la «disco» Zatanna como máxima representante),lo importante del trabajo de Moore en aquel momento es que sus cómics eran buenos y el resto de los que editaba DC eran una mierda.
Porque reconozcamoslo, antes de Crisis casi lo único bueno que tenía DC salía de lo que imitaba a Marvel. ¿Doom Patrol? Los Cuatro Fantásticos. ¿Los Nuevos Titanes? La Patrulla X. ¿Batman, Green Lantern/Green Arrow? Lo mejor de la compañía, pero poca cosa era en aquel momento comparado con lo que Lee, Kirby y compañía habían hecho en Marvel. Llegaron hasta a recuperar a Kirby y darle carta blanca que, desbocado y sin Stan Lee para detenerlo, se lanzó a crear el Cuarto Mundo, Kamandi, OMAC, el Proyecto Cadmus… Cosas que, mal que nos pese, nunca han llegado a ser explotadas debidamente (a excepción de Darkseid, el primer villano de DC que parecía verdaderamente temible y que hoy en día sale en la JLA de Jim Lee). Pero, en general y en el mes a mes, DC daba un poco de pena, ya fuera porque pagaban poco a los autores o porque seguían empeñados en un modelo editorial completamente caduco en un mercado puesto patas arriba por el underground y la Marvel Comics de Stan Lee y Jim Shooter.
Pero hablábamos de Alan Moore. Visto su éxito con la Cosa del Pantano (serie en la que estaría cosa de cuarenta números), se le ofrece trabajar con los personajes importantes de la compañía, y así será como hara historias como «Para el hombre que lo tenía todo» o «¿Qué le sucedió al hombre del mañana?» con Superman, «La Broma Asesina» con el Joker o algunas historias de los Green Lantern Corps que han sido explotadas hasta la extenuación (desde la creación de Mogo hasta la explotación constante que hace de su etapa Geoff Johns, que esta totalmente inspirada en la profecía de Abin Sur). Aun así, lo más importante del trabajo de Moore sería Watchmen, un cómic que en un principio iba a usar personajes de la Archie, luego de la Charlton (Capitán Atom, Question, Blue Beetle) pero que acabó siendo algo totalmente original que pasaría a ser 100% propiedad de sus autores una vez dejara de reimprimirse. Cosa completamente normal en el mercado de los 80, y que misteriosamente no pasó; Watchmen ha pasado por la imprenta constantemente desde entonces, y Alan Moore tiene la sensación de haber sido engañado por DC.
Si le sumamos a eso el robo de V de Vendetta, una serie propiedad suya y de David Lloyd que se reedito en DC y que se robó en circusntancias parecidas, uno puede entender perfectamente los cabreos del barbudo de Northampton. Al final son los propios fans los que, comprando esos mismos cómics, están perjudicando a los autores que admiran, ¡así son las perversidades del capitalismo!
De todas formas, y profundizando un poco más en por qué Alan afirma que DC todavía hoy en día sigue chupando rueda de su trabajo, vamos a echarle un vistazo a como era la DC antes y después de Alan Moore. Así, este sera el primero de una serie de posts en los que vamos a ver que sacó a la venta DC cuando nuestro inglés favorito llega para trabajar en las aventuras de Alec Holland (o más bien, lo que queda de él):
Amethyst, Princess of Gemworld 9
Atari Force 1
Blackhawk 266
DC Comics Presents 65
Fury of Firestorm 19
Justice League of America 222
Vigilante 2
Wonder Woman 311
Arak Son of Thunder 29
Batman 367
Flash 329
New Teen Titans 38
Omega Men 10
Superman 391
Batman and the Outsiders 6
Green Lantern 172
Legion of Super-Heroes 307
New Talent Showcase 01
Power Lords 2
Sgt Rock 384
Supergirl 15
Swamp Thing 20
Thriller 3
Warlord 77
Action Comics 551
All-Star Squadron 29
Arion, Lord of Atlantis 15
Detective Comics 534
Jonah Hex 80
New Adventures of Superboy 49
Ronin 4
World’s Finest Comics 299
Asi que ya sabéis, próximamente en Brainstomping tendremos el número 9 de Amethyst, Princess of Gemworld. Que Moore nos pille confesados…