Pues no, no tiene vida social. O por lo menos no tenía allá por 1970, cuando se publico el número 125 de Captain America y se podía ver esta viñeta:
Esto viene a cuento de que en el número anterior no se le ocurrió otra cosa al tío que cortar con su novia, Sharon Carter, una espía buenorra de SHIELD que cualquiera (tenga o no tenga vida social) no habría dejado escapar. Pero él es el Capitán América, y es un machote que sabe lo que se hace, esto es, quejarse de no tener vida social.
Pues eso, que necesita acción, necesita hacer algo. Parece que el tío para relajarse necesita zurrarle a alguien, ¡cómo se nota que es la personificación de los EEUU! Cualquiera en su sano juicio se iría de bares, o hasta llamaría a nuestro amigo Dani para pedirle el número de alguna de sus mozas. Pero el Capitán América no, el Capitán América decide que lo mejor para que se le pase la moña es irse a Vietnam, a rescatar a un tal doctor Hoskins. Con dos cojones y un escudo:
La cuestión es que Steve es un tío de recursos, y en cuanto se presenta en el departamento de estado de EEUU y les dice que quiere salvar al hombre ese, ellos dicen «cojonudo, si quieres morir, adelante» y le fletan un B52 para él solo. Y hala, que se va el Capitán América a Vietnam.
Y nada más caer en territorio enemigo ya lo véis, le cosen a tiros todo lo que pueden y más. Es curioso que hagan eso en la guerra, ¿no? En la segunda guerra mundial sólo le pegaban puñetazos a Hitler y liberaban campos de prisioneros, ¡esta guerra moderna de 1970 es muy sucia!
Ojo, que estamos en los 70 y los superhéroes todavía no mataban, asi que el Capi le mete un escudazo al tío que le ataca y, antes de que el pérfido vietnamita se recupere de la fractura craneal o se lo coman las culebras gigantes del Vietnam, se escapa escondiéndose en una zanja:
¡No jodas Steve! ¿Ahora te das cuenta de que eres un blanco perfecto?
Y poco más hace el Capi con el Vietcong, porque él ha venido a buscar al doctor Hoskins (ése prohombre que fue a Vietnam a buscar una solución pacífica al conflicto) y resulta que ni el ejército vietnamita ni el yanqui tienen nada que ver con el asunto, si no unos tíos de granate que estaban por allí. Y claro, para saber quienes son y colarse en su base secreta, el Capitán América decide que lo mejor no es molerlos a palos y sonsacarles dónde esta el doctor, lo que decide en mitad de un campo de batalla es…
Los tíos de granate, como son unos tipos salados que saben lo que hay que hacer en estos casos, se llevan al inconsciente (en los dos sentidos) Capitán América a ver a su jefe en su fortaleza secreta, un perverso y maquiavélico genio del mal que resulta ser…
Y ná, que ya no hay mucho que rascar porque ya se pegan. El Capi le pega a uno, luego al otro, luego le dispara rayos el Mandarín y al final se escapa de ellos y libera al Doctor Hoskins. El Mandarin tiene otro encontronazo con él y acaba cayéndose por el foso de su fortaleza, hacia una muerta aparentemente segura y todo eso. Vamos, que el Capi salva el día de la forma más tonta:
¿Habéis visto? Ya remonto viñetas como las editoriales, ¡soy mayor!
Y con esto se acaba el tebeo, con el Capitán América salvando las negociaciones de paz con solo rescatar a un yanqui. Casi parece que este diciendo «¡con lo fácil que es solucionar los problemas de geopolítica internacional y lo dificil que es tener vida social!».