Semana de la ignorancia: Gobernar

Pues llegamos al final de la semana de la ignorancia, otro de esos inventos de Diógenes en los que yo termino trabajando más que el, maldito negrero… El caso es que tras mucho pensarlo conseguí encontrar un tema más que escapaba de mi considerable intelecto. Una de esas cosas que nunca me he visto obligado a hacer y que no conozco más que por habérselo visto hacer a otros y por haberlo practicado alguna que otra vez en el mundo de los videojuegos. Gobernar un país.

Pues sí, jamás he gobernado un país, no he dirigido los destinos de ninguna nación ni he sido el dueño de las vidas de millones de personas. Y por mí que siga así, el Diógenes es otro cantar, a ese sí que le encantaría ser un dictador de verdad como ya lo es en el blog… Pero no nos desviemos del tema. Esto de gobernar un país en principio parece algo complicado, un trabajo digno solamente de las más grandes mentes de nuestro tiempo. Personas preparadas  cuya única meta es conseguir el bienestar de sus ciudadanos olvidándose de obtener a cambio ningún tipo de recompensa personal.

Yo por el contrario no soy más que un pobre ignorante en estas materias, mis conocimientos en las labores de gobernar un país se reducen a mis partidas en el Civilization y juegos similares, y ni aquello se me daba demasiado bien. En aquel juego me veía acosado por la constante necesidad de mantener felices a mis ciudadanos. Tenía que estar pendiente de su bienestar, de proporcionarles todos los servicios que necesitasen. Asegurarme de que estuviesen bien alimentados a base de construir granjas, construirles carreteras, hospitales y toda clase de servicio… De lo contario se me rebelaban y se negaban a trabajar, entorpeciendo la productividad de mis ciudades, reduciendo mis beneficios y llegando al extremo de renegar de mi y unirse a otro país que les ofreciese un mejor trato. La cosa llegaba a tal extremo que en ocasiones a verme obligado a instaurar una dictadura y ejecutar a los descontentos para que trabajasen como es debido.

 

Por suerte el mundo real no funciona así. En el mundo real puedes ir quitándoles derechos a la gente poco a poco. Permitir que los empresarios tengan cada vez mas fácil el despedir a la gente o el contratarles por una miseria aun cuando tengan beneficios millonarios. Agobiarlos con impuestos de todo tipo. Hacer que en medio de las mayores crisis económicas mundiales los únicos que obtengan beneficios sean los empresarios, incluso cuando eso suponga meter inyecciones millonarias en sus empresas para que no cierren o no se marchen del país. Incluso puedes robarles en su puta cara que ellos no se rebelaran ni se irán, simplemente seguirán votándote a ti o a otro que hará exactamente lo mismo que tu. También se supone, por cómo actúan, que los ciudadanos seguirán consumiendo en masa aunque no tengan ni trabajo ni subsidio de desempleo ni ningún tipo de ayuda, solo por ayudar a mantener a flote a las empresas que tanto se desviven por nosotros. ¿Qué hay que comprar un piso por el doble de su valor real? Pues se compra, aunque tengamos que hipotecar a nuestros nietos, que no vamos a dejar a los pobres constructores en el paro con nosotros.

Así que menos mal que quienes nos gobiernan saben de verdad lo que hacen y no son unos simples frikis de los videojuegos que no tienen ni puta idea de lo que hablan, que a saber como de mal acabarían todos los países con gente asi gobernándonos.

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