Tras la entrada de ayer sobre Ravage 2099, creo que hace falta explicar que puñetas era el Universo 2099, como fue posible y de dónde salió. Porque hay que reconocerlo, el señor M”Rabo es un tanto animalico y pega unos sustos al personal que echan para atrás, y despues de leer el artículo uno se queda impactado por la imagen del hippy de Ravage armado con el basurero del tio de bricomanía.
Asi que os diré que esto del 2099 fue otra idea de bombero que se les ocurrió a los de Marvel a principios de los 90 y que no desentonaba en absoluto con la tendencia a tomar decisiones empresariales total y absolutamente erroneas que tuvo la compañía desde la salida de Jim Shooter de la misma. No le bastaba a Tom DeFalco (el sustituto de Shooter como editor jefe de Marvel) con cometer sus propios errores, que tuvo que copiar el gran error de su antecesor y crear otro «nuevo universo marvel» (Shooter creó el suyo en 1986 y fracasó estrepitosamente, vaya).
Y para colmo eligieron el peor momento, porque en 1992 el mercado del comicbook de superhéroes se saturó «nuevos universos»; Iban desde el Ultraverso de Malibú, el exótico Milestone de DC (que el señor Mhulargo debería analizar un día de estos, aunque me temo que lo hará de una forma un tanto parcial), la Valiant de Jim Shooter o hasta el caótico intento de crear un universo compartido por todas las series de Image, y todos estos universos acabaron fracasando tarde o temprano. De hecho, la hostia fue tan grande que cuando en 1999 Marvel anunció su «linea Ultimate», todo el mundo dió por hecho que fracasaría. Pero eso ya es otra historia…
Porque, además, estoy siendo injusto. El 2099 no fue idea de DeFalco o de sus editores, el 2099 fue idea de Stan Lee y el niño de oro de los 80, John Byrne. Entre los dos, y para orgullo de Byrne que haría las veces de Jack Kirby, habían decidido recrear el universo marvel en el futuro, contando las aventuras de las versiones futuras de algunos personajes de la casa. La idea era hacer una novela gráfica llamada «The Marvel World of Tomorrow», pero Byrne debió tener otra de sus broncas con Marvel, le salió un sarpullido o le paso alguna cosa de esas que le solían pasar al hombre y el proyecto acabó en el cajón. O no.
Porque en 1992 Marvel Comics estaba siendo gestionada de forma penosa y había descubierto el filón de los especuladores, con lo que estaba inundando el mercado de títulos nefastos con tal de sacar numeros uno de lo que fuera. Asi que, por lo menos para venderles más basura a los especuladores, decidieron convertir el «World of Tomorrow» en la linea Marvel 2099, cuatro numeros uno reversionando a Spiderman, al Doctor Muerte y al Castigador, además de un personaje totalmente nuevo creado por el propio Stan Lee llamado Ravage. Y ya teníamos una buena receta para el desastre más absoluto.
O no. Resulta que Marvel confió la edición de la linea a un tipo curtido en labores editoriales para DC que nunca había llevado tanta responsabilidad. Un tio al que, a priori, parecía venirle grande el trabajo, Joey Cavalieri. Y, con los mimbres que tenía, Joey sacó petróleo.
Pero eso mejor lo cuento mañana, que no quiero alargarme demasiado…