Hoy en día los superhéroes estan de moda, y mucha gente se pregunta cómo es que Hollywood no ha sabido explotar el filón hasta ahora. Esto que parece algo tan extraño, en realidad tiene una explicación bastante simple. Lejos de pensar que los ejecutivos de las productoras se pasan el día mirándose el ombligo y no reconocerían una buena idea ni aunque les pegara en los morros a 400 Km/h, en realidad el género de superhéroes no estaba listo para la gran pantalla hasta hace muy poco. Para explicarlo, tomaré como ejemplo la película de Iron Man, que tan reciente tenemos.Veamos de que podría ir una película de Iron Man realizada en aquellos tiempos…
Nuestra historia empezaría en la guerra de Vietnam, cuando Tony Stark es capturado en Tales of Suspense nº40 por el Vietcong de Wong-Chu, que le obliga a construir un arma para el junto al también prisionero profesor YingSeng (nada que ver con el ginseng). Stark, herido de metralla, accede a construir dicho arma con la promesa de ser curado. Lejos de creer las promesas del malvado vietnamita, Stark construye su primera armadura de Iron Man, que detine su dolencia mientras la lleva puesta y le permite escapar para poder retar a Wong Chu a una pelea cuerpo a cuerpo, en la que derrota al comunista y consigue poner en fuga a todo su ejército, con lo cual nos queda claro que la guerra de Vietnam la ganó EEUU aquel dia. Al final de la historia se le ve a Stark cubriendo su traje con una gabardina y caminando hacia el horizonte, ya que la capacidad de vuelo de su armadura es tan limitada que el hombre tiene que desplazarse a pie. Lejos de contarnos en el segundo número como vuelve Stark a los EEUU, el tebeo da por supuesto que Stark camina durante kilómetros hasta el aeropuesto más cercano y consigue pasar los detectores de metal y comprarse un billete en primera clase para Nueva York. ¡El puto amo, oiga!
También en esa segunda historia ocurre algo peculiar; debido a que Tony Stark necesita llevar su coraza puesta para sobrevivir, no puede mantener relaciones íntimas con el sexo opuesto, asi que se le ocurre participar en otro tipo de fiestas:
¡¡¡Un depravado es lo que es, como no le va el rollo gay, decide enrollarse con un cable!!! Si ya sabía yo que esto de andar chupando cables tenía que ser malo…
Su siguiente enemigo será Gargantus, un neanderthal gigante que tiene aterrorizada una ciudad entera. ¿Que qué pinta un neanderthal enorme en el siglo XX y por qué una ciudad entera se acojona por un tio semidesnudo con un palo enorme? Misterios que sólo se explican si en realidad el neanderthal es un robot controlado por los alienígenas. Más comprensible es el caso de «Doctor Strange», que aunque nada tiene que ver con el personaje que llevaría ese nombre posteriormente, en este caso no es más que el clásico zumbao que quiere dominar el mundo «y lo va a dominar por su hija», mientras que la susodicha le llama malhombre por querer dominar el mundo. Las relaciones paternofiliales, que tienen estas cosas.
Siendo como es Tony Stark un defensor de la libre empresa y el capitalismo, su principal enemigo es el comunismo. Así, su primer villano comunista sería «Red Barbarian», que envía a un tal «The Actor» a robar los inventos de Stark. Mientras se hace pasar por Stark, el Actor descubre la identidad secreta de Iron Man, ya que Stark tiene unas virutas de hierro doradas en un cajón de su escritorio (grandiosa deducción). Por abreviar una larga historia, diré que el actor es asesinado por su jefe antes de poder revelarle la identidad secreta de Stark.
Cambiamos de tercio en el número 43 de Tales of Suspense, pero en realidad seguimos igual. Stark vuelve a ser capturado para crear un arma para el villano, y Stark vuelve a contruir una armadura de Iron Man para liberarse, sólo que esta vez el malo es Kala, la reina del Inframundo, una ciudad subterranea que está compuesta de atlantes que se encerraron en una burbuja para poder sobrevivir bajo el mar y cuya ciudad se hundió con los años hasta acabar en el centro de la tierra. Los antiguos atlantes, gracias a sus sondas de televisión electrónica, han monitorizado todo lo que ocurría sobre la superficie, y ahora pretenden conquistarla y por eso montan todo este follón. Lejos de amedrentarse ante tan colosal enemigo, Iron Man lleva a Kala hasta la superficie, donde la mujer descubre que, debido a la baja presión atmosférica del mundo exterior, se convierte en una anciana. Así, Kala vuelve a su mundo de altas presiones, donde inmediatamente recupera su juventud gracias a los aires subterraneos y decide abandonar sus sueños de conquista para tirarle los tejos a Iron Man.
¿Habría sido inteligente hacer una película de Iron Man en los años 60? Pues me da que no, sobre todo porque ya en aquellos años el tufo anticomunista del personaje habría echado para atrás al más pintado. Eso sí, que estas primeras historias del personaje fueran tan «peculiares» no quiere decir que la serie no tenga sus momentos buenos, pero eso me parece a mi que ya sería material para otro día…