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Y: El último hombre

Un buen día, todos los hombres mueren. Todos los animales macho mueren. Todos los fetos de niños mueren. Todos los espermatozoides Y mueren. Todo aquel ser que tenga un cromosoma Y en su ADN, muere.

Todos excepto Yorick y su mono Ampershand. ¿Por qué? No lo sabe.

Así comienza Y.

Portadas con Y casuales: acostumbraos.

Mientras ocurre la catástrofe y Yorick charla con su novia, de intercambio en Australia, la doctora Alyson Mann da a luz a su clon. Y 355, miembro de una sociedad secreta, roba un amuleto y lo saca de Jordania, enfrentándose a un grupo de guerreras con burka. ¿Qué tiene que ver todo esto? Lo comprobaremos.

Un mundo sin hombre tiene enormes complicaciones, aunque ninguna de ellas relacionada con abrir botes. La mayor parte de los técnicos, camioneros, pilotos, albañiles… han muerto. El apocalipsis ha producido un buen número de incidentes como fallos eléctricos, accidentes aéreos… No obstante, las mujeres han tomado el control como han podido. Se han reorganizado lo mejor posible, han solucionado los problemas más inmediatos y se enfrentan al futuro: la extinción de la raza humana. Uno de los puntos fuertes es que el cómic no se deja llevar por los estereotipos. El mundo no se va al garete cuando no hay hombres. Tampoco se convierte en un paraíso. Las mujeres son, antes que mujeres, personas. Son tontas o listas, imbéciles o sensatas, agresivas o pacíficas. Cometen los mismos errores que cualquier otro, se organizan como pueden y tratan de sobrevivir. Ah: tampoco se vuelven todas lesbianas.

Yorick se encuentra a 355, que se convierte en su guardaespaldas. El chico quiere ir a Australia para encontrarse a Beth, su novia, pero no será tan fácil. El país se encuentra en un estado catastrófico. Y además, no son pocas las que se han vuelto locas.

Hay un grupo de exaltadas que se hacen llamar Amazonas. Se extirpan un pecho y proclaman que el hombre, ése dañino ser, el cromosoma débil, ha sido exterminado. Las muy imbéciles se dedican a quemar centros de inseminación artificial para eliminar cualquier rastro de lo masculino. Adivinad lo que ocurre cuando se cruzan con Yorick.

Más tarde, Alyson se une al grupo y demuestra que el autor sabe crear personajes fuertes y complejos. La relación entre los tres es perfecta. Son fáciles de querer y de comprender. El desarrollo de la historia, muy interesante. Vaughn nos da de todo: acción (las militares, las amazonas, la trama de los espías), romance (¿qué haces cuando eres el único hombre de la Tierra… y estás enamorado de una sola mujer?), suspense (¿qué causó la muerte de todos los machos?), y humor (la triada de personajes es perfecta en este sentido). Y encima, nos lo da bien. Es difícil dejar de leer y, cuando terminas la serie (y son 60 numeros, si mal no recuerdo) se te llena el pecho de tristeza por tener que decir adiós a una historia tan apasionante.

Sinceramente, me esperaba una historia típica para pajilleros, pero la sorpresa fue muy, muy grata. Totalmente recomendado.

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