Sombrero: No salgas de casa sin el

En su día fueron lo más de lo más en cuanto a moda. Ningún hombre que se preciara salía a la calle sin el suyo y su uso se remontaba dos siglos atrás. En el cine es imposible imaginar a leyendas del celuloide como Humphrey Bogart sin uno puesto o a los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado sin los suyos. Incluso en el mundo religioso, en prácticamente todas las religiones, no se prescinde de ellos. Y eso  pese a que hoy en día no están tan de moda como lo estuvieron hasta mediados del pasado siglo 20. Estoy hablando como no del sombrero.

Ya en la Grecia antigua se utilizaban estos como medio de protección contra el sol y la lluvia, tanto en el campo como en la ciudad. Estos se hacían, como actualmente, con fieltro o paja, llevándolos incluso los famosos espartanos. Estos sombreros los llevaban gente de todas las edades y los sujetaban a su cabeza mediante unas cintas que ataban bajo la barbilla, dejándolo colgar sobre su espalda cuando no lo necesitaban.

Siglos más tarde la moda cambio y en Francia, durante el reinado de Luis XI el uso del sombrero se había generalizado llevándose todo el tiempo y la utilización de este se había extendido a la naciones vecinas. Los nobles comenzaron a llevar sombreros cada vez mas ostentosos, adornados con plumas, cordones y otros accesorios mientras que el pueblo llano y el clero seguían utilizando capillas o capirotes.

Dentro de las religiones su uso también se encuentra muy extendido. En el Judaísmo existe la Kipá o Yarmulke, ese pequeño gorro con forma de cúpula que se colocan en la parte trasera de la cabeza o ese gran sombrero negro que utilizan los Judíos Ortodoxos. También podemos encontrar el turbante, de origen Persa y cuyo uso se encuentra extendido sobre todo en la India, aunque también es popular ente algunos sectores  del mundo Islámico. En el Catolicismo no podemos olvidar el uso de la Mitra, ese alto tocado que  obispos, arzobispos, cardenales y el propio Papa utilizan durante la celebración de los oficios litúrgicos.

Aunque sin duda el tipo de sombreros que se nos viene a la cabeza al instante al pensar en ello fueron los utilizados en el mundo anglosajón y europeo durante finales del siglo 19 y la primera mitad del siglo 20. Entre estos destacarían sobre todo los tipos “Borsalino” y “Fedora” son los clásicos sombreros que llevaban los detectives en el cine negro o los que hemos podido ver en abundancia en serie de televisión como Boardwalk Empire y Mad Men.

En el mundo del cine y la televisión es inevitable pensar en ellos. ¿Que seria del cine del oeste son los sombreros vaqueros? Esos grandes sombreros negros para los villanos, el héroe cabalgando hacia la puesta de sol con su sombrero blanco sobre la cabeza… ¿Acaso alguien es capaz de imaginar a John Wayne sin uno de estos sombreros? ¿O a Indiana Jones? Este complemento a su atuendo forma parte de estos personajes de forma inseparable y no seriamos capaces de concebirlos sin ellos.

Este, como con todas las modas aparece y desaparece, durante la segunda mitad del siglo 20 su uso decayó bastante siendo sustituido por capuchas o gorras cuando era necesario protegerse del sol o la lluvia, Pese a esto ahora parece estar resurgiendo de nuevo y es raro encontrar una tienda de ropa que no posea una buena cantidad de sombreros a la venta. Sin duda no es más que el enésimo intento de las casas comerciales de poner de moda cosas que no necesitamos para vendernos más productos.  Pero hay que admitir que tras ver una buena película de gánsters dan ganas de ir a la tienda más cercana a por uno y salir a la calle con él.

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Dr. Kepanski
Dr. Kepanski
13 años han pasado desde que se escribió esto

Interesante artículo, a pesar del lastre que supone la lamentable ortografía del título, y de errores del calado de decir que «su uso se remontaba dos siglos atrás», y luego contar que los espartanos de la Grecia Clásica llevaban uno.

Vista la progresión que lleva este blog últimamente, me permito sugerir algunos temas futuros:
– Evolución de los glaciares alpinos durante el Medievo.
– Enfermedades venéreas de la mosca de la fruta.
– Contabilidad china del siglo IV.
– Martin Heidegger vs. Immanuel Kant, a través de la metodología de Jürgen Habermas.
– Análisis estadístico de los números telefónicos de Barcelona y los de Madrid, centrándose en un tema clave: ¿cuál tiene más números primos?

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